Constitución de la plataforma progresista “Por otra
política educativa”
El 14 de marzo
de 2013 el Foro de Sevilla convocó a partidos políticos, sindicatos y
movimientos sociales a dos mesas redondas con el objeto de analizar la política
educativa que el Gobierno del Partido Popular propone en la Ley Orgánica de
Mejora de la Calidad del Sistema Educativo (LOMCE). Esta convocatoria pretende
ser una llamada para constituir una plataforma progresista con capacidad de
presentar y avanzar propuestas hacia una política educativa sustentada en los
principios de democracia, justicia social e igualdad.
Las fuerzas de
izquierdas y los agentes educativos debemos vertebrar acuerdos y compartir
iniciativas que se opongan a la LOMCE, con el compromiso hacia una política
educativa que capacite a todas las personas en igualdad de condiciones. La
realización de esta finalidad en una sociedad con importantes desigualdades
exige compensar a quienes tienen más necesidades y rechazar las políticas que
sustenten y favorezcan a quienes sean
privilegiados.
Las mesas
redondas se desarrollaron en torno a dos temas:
1.- Análisis de la situación
educativa actual en España en el marco de la crisis económica y las propuestas
de reforma. Señalar las líneas rojas que no pueden sobrepasarse en una política
para una educación justa, moderna y democrática.
El proyecto de
LOMCE es una reforma que se ya se está experimentando en las Comunidades
gobernadas por el PP y cuyos resultados están mostrando el descenso en los
últimos años del nivel educativo del alumnado de la Comunidad de Madrid. La
Comunidad de Madrid, la región donde más ha retrocedido la escuela pública y
dónde han caído de forma notoria los indicadores de calidad del sistema
público: de escolarización; rendimiento académico del alumnado; la inversión,
la supresión de las políticas socioeducativas (comedores, becas, transporte,
apoyos escolares, servicio de biblioteca, etc.).
Los recortes
realizados son una muestra más de las propuestas que van en contra de la
calidad y de la valoración del profesorado. Los y las docentes han visto
reducido sustancialmente sus salarios y sus derechos sociolaborales; ha
aumentado su jornada de trabajo con más alumnos/as por aula y menos recursos
humanos y materiales para el apoyo del trabajo cotidiano. En muchas Comunidades se han suprimido
los Centros de Formación del
Profesorado, obstaculizando, cuando no impidiendo, su formación continua que
pasa a depender de su capacidad adquisitiva.
Se promueve la privatización, con un retroceso
de la presencia del Estado y la entrada de empresas sociales acompañadas de la
presión de los lobbies que ven en la educación y otros servicios sociales la
oportunidad de un gran negocio. Es un avance del capitalismo sobre el estado de
bienestar que ya está funcionando en países como Estados Unidos, Suecia o Reino
Unido.
Aunque el
proyecto de ley vaya por su tercera versión, los cambios son pocos, no muy
importantes y en algunos casos ficticios. Hay un cambio de apariencia en el
preámbulo, en el que se usa un lenguaje confuso que no se corresponde con las
formulaciones normativas. En el articulado solo hay un cambio positivo hacia la
continuidad de la Formación Profesional Básica y un retroceso de calado, de un
fuerte carácter ideológico, al incluir la religión como una asignatura
evaluable, eliminar la asignatura de Educación para la ciudadanía e incluir la
libertad de creación de centros.
La LOMCE
impone un cambio del modelo social de educación personalizado e inclusivo, para
todo el alumnado en igualdad de condiciones, promoviendo, por el contrario, la
excelencia, la exclusión y la segregación. Para ello utilizan los recortes que
significan menos oportunidades para los que tienen más dificultades y la
creación de itinerarios para segregar.
Se promueve
una cultura escolar que responde a los intereses del mercado suprimiendo
asignaturas y materias básicas para la formación integral de las personas y
distinguiendo la educación entre la vía académica de la aplicada, lo que nos
devuelve a la formación profesional devaluada en su estatus y en sus
contenidos, subordinándolos a los de la vía profesional. Hay un retorno a la
pedagogía tradicional más rancia, más centralizada, con evaluaciones externas
que marcan lo que hay que enseñar y un aumento del porcentaje de contenidos
impuestos y la ausencia de políticas de formación del profesorado. No sirven
las buenas prácticas y experiencias innovadoras de otras países en lo que hace
referencia a la autonomía pedagógica y flexibilización del currículum.
Además la
elección de los centros, mediada por los ranking establecidos por las
evaluaciones externas y las posibilidades de especialización significará una
competencia entre los centros y la creación de centros de distintas categorías,
cuando cabe esperar en buena lógica la cooperación entre ellos.
Debe
defenderse una educación laica que promueva la libertad de conciencia y elimine
del currículum toda doctrina que limite el desarrollo de la autonomía y forme a
ciudadanos y ciudadanas con la capacidad de elegir.
La futura
LOMCE será una ley retrógrada que ahondará en el fracaso escolar. Sus señas de
identidad más significativas son la segregación desde edad temprana, con la
consecuente segregación social en el centro y entre centros; aumento de las
pruebas de selección; eleva la catequesis de religión católica a estatus de
asignatura evaluable y computable a efectos de cálculo de nota media; organiza
los itinerarios en la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) con una notable
reducción de docentes y recursos materiales, con un currículo restringido y una
metodología rígida. Unos itinerarios marcados por la condición social de los
alumnos y alumnas; crea una Formación Profesional Básica (otro itinerario más)
que será la puerta de salida a la calle para muchos jóvenes. Favorece la
enseñanza privada, blinda los conciertos y equipara la libertad de elección a
la libertad de selección y da cobertura legal a los centros que discriminan al
alumnado por razón del sexo. Expulsa a las familias de la organización escolar,
relegándolas a simples espectadores. Se produce una quiebra del sistema
educativo desde la perspectiva territorial. Convierte el derecho a la educación
en un beneficio, que se puede tener o no. La LOMCE tiene elementos
inconstitucionales e incumple leyes como la de Igualdad.
2.-
Desde la posición institucional y la visión de la educación de cada uno y cada
una, reflexionar y proponer los puntos mínimos y prioritarios para un proyecto
que nos embarque a las fuerzas progresistas en una misma dirección.
El éxito
escolar de todos/as los/as estudiantes debe estar en el centro de las
prioridades del sistema educativo, su atención personalizada, su inclusión, su
éxito y la lucha contra el fracaso escolar. Para ello es necesaria la
flexibilidad del currículum, la mejora cultural como objetivo común y la lucha
porque ningún alumno o alumna se queden atrás. Es de vital importancia
potenciar la participación de la sociedad. Invertir en mejorar y ampliar las
infraestructuras y servicios educativos.
Mejorar y ampliar las políticas socioeducativas destinadas a los
estudiantes de familias desfavorecidas. Integrar las TIC en el sistema
educativo. Eliminar la catequesis de religión católica del currículo. Dar un
enfoque acertado al bilingüismo.
Volver a una
escuela democrática, donde se trabaje desde los centros con la participación de
la comunidad escolar y autonomía pedagógica. Devolver la confianza al
profesorado y valorar la enseñanza. Los directores no pueden ser seleccionados
por la Administración y no deben tener la posibilidad de seleccionar al
profesorado. La micropolítica de los centros, las buenas prácticas y la acción
de la comunidad educativa es la que mejora la calidad de la educación. Para
ello la Administración debe proporcionar los recursos materiales y humanos
necesarios y contar con el apoyo de toda la sociedad.
No es posible
un pacto educativo con el gobierno del PP porque hay principios que son
contrarios ideológicamente a una escuela pública, compensadora y laica. En los
pactos llevados a cabo hasta ahora sólo se han hecho cesiones por parte de las
políticas de izquierda. en cuanto a la privatización, frente al derecho a la educación, la religión
y la segregación
La escuela
pública no debe tener carácter subsidiario con respecto a la concertada, hay
que estudiar mecanismos de integración en la red pública y establecer sistemas
de escolarización que impidan la selección del alumnado en centros concertados.
Es inaceptable la concesión a la segregación por sexos para complacer
ideologías retrógradas. También hay que establecer mapas de escolarización que
no clasifiquen al alumnado por zonas escolares de diferente categoría.
La formación
inicial del profesorado merece una especial atención. Destacando la necesidad
de mejorar sustancialmente la formación inicial y continua de los docentes.
Mejorar sus condiciones laborales y salariales. Mejorar y ampliar su derecho a
la formación continua. Los docentes reciben elogios, y la cursilería de los
discursos que exaltan su “abnegado”, trabajo se viste con leyes y normativas
sobre la “autoridad del profesorado”, de contenido represor, que son un insulto
contra las personas que desarrollan su trabajo con esfuerzo, que realizan
prácticas de innovación en una actividad tan compleja como es la educación.
Es muy importante
la unidad de la comunidad educativa de izquierda contra el borrador de la
LOMCE. Hay que unificar criterios sobre qué es y cómo se defiende la escuela
pública. Se necesita un pacto social por
la escuela pública. Un compromiso social y político de la izquierda por la
escuela pública, inclusiva, laica, universal, gratuita y participativa. Una
escuela de todos/as y para todos/as.
Necesitamos trabajar en todo aquello que nos une (unidad de acción) y
plasmarlo en una campaña unitaria, que reivindique, en positivo, la escuela
pública para que no se vuelva a cerrar un aula. Hay que promover campañas
estatales reivindicando lo público como elemento de calidad y garantía de
igualdad de oportunidades y de equidad. Tenemos el ineludible compromiso de
reflexionar sobre todo aquello que NO hemos hecho para mejorar la imagen de la
escuela pública. Hay que reflexionar sobre la importancia que tiene la difusión
de la innovación de las buenas prácticas.
Esta en juego
el desmantelamiento de la escuela pública y la caída de los indicadores de
escolarización en toda España. La LOMCE es un proyecto contrario a una sociedad
en la que se profundice el sentido de la democracia, pensada más para la
desvertebración social, que entiende la educación como un camino hacia la exclusión.
Con la LOMCE la educación deja de ser un factor de movilidad social y de
progreso.
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