A raíz del debate de la mala preparación del profesorado de infantil y
primaria no podemos evitar pensar que en los últimos años podemos detectar la
falta de conciencia de las autoridades educativas de nuestro país sobre la importancia de la formación inicial
del profesorado de educación infantil y de primaria (no aparece ni en las criticadas leyes futuras). Persistir en esta actitud
implica caer en el peligro de una degeneración profesional de estos estudios
manteniendo el ya crónico bajo concepto profesional y social.
Los gobernantes de diversos países europeos se lamentan que los
candidatos a profesores no reúnen las condiciones necesarias ni asumen la
responsabilidad que deberían tener, pero paradójicamente en lugar de establecer
los criterios de mejora de esa profesión la reducen a una profesión secundaria,
incluso en relación con otras profesiones de servicio social.
Hay una gran disparidad de criterios sobre la formación inicial de los
profesores de educación infantil y primaria. En algunos países, entre ellos el
nuestro, prevalece la mentalidad de que la educación de los más pequeños
requiere una menor formación (actualmente hablan de etapa asistencial la etapa de los
más pequeños). La ignorancia de los avances de las Ciencias de la Educación
respecto a la importancia de la educación de los más pequeños hace que los
países la regulen con criterios atrasados y obsoletos, infravalorando la
formación de esos profesionales. Un país que no se preocupa de la formación de
sus maestros es un país condenado a una mala educación.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada