A raíz del debate sobre si el director/a puede escoger el profesorado creo que el debate está en el
cuestionamiento de la organización escolar tal y como se está estructurando por los nuevos poderes de derecha. Creo que más que legislar sobre ello se debería
desarrollar una nueva cultura organizativa alternativa enmarcada en una nueva
práctica educativa y social. Recordemos a Freire cuando analiza la
falacia de la neutralidad escolar, para construir una noción de la educación
más politizada, y para desarrollar una pedagogía de la resistencia, de la
esperanza o de la posibilidad.
¿Tiene la organización educativa,
en esta época de desregularización y neoliberalismo galopante, alguna esperanza de cambio
o la posibilidad de generar procesos alternativos? ¿Puede la Organización
escolar dejarse de preocupar del liderazgo, el tiempo, la excelencia, la gestión gerencial...
para pasar a analizar y dar alternativas de participación colectiva en las
instituciones educativas? Sin participacion no hay democracia.
La organización educativa ha sido
un campo abonado de conocimiento repleto de contradicciones y con pocas brechas
para establecer las luchas de resistencia y los mecanismos de contrapoder. Las
pocas propuestas no tecnológicas y basadas en una verdadera relación
democrática son muy etéreas y vacilantes, con la impronta del discurso
académico vago. Se ha avanzado más en el terreno de las ideas y las palabras
que en el de las prácticas organizativas alternativas. E incluso parece que hoy
día poseemos algunos signos de estancamiento producto de muchos factores y que aprovechan los partidos de ideología neoconservadora: la
reforma que viene que provoca ideas gerencialistas, el cansancio y el conformismo de muchos enseñantes, el concepto de educación que abonan los medios, la
desorientación de muchos, el desconcierto
intelectual de las Universidades, la división de los que tiene ideas
alternativas...
Necesitamos como el aire
desarrollar nuevas prácticas criticas
alternativas que permitan desvelar el
curriculum oculto de la organización y descubrir otras maneras de ver el mundo,
la escuela y su organización. Y no como una empresa que se ha de gerenciar para mantener el orden, la disciplina y evitar el fracaso. Es una trampa. El cambio debe estar en el todo no en las partes como parches del Sistema.
Estas pinceladas aproximativas sólo
sirven para situarnos en un debate que pretende la búsqueda de ideas y
propuestas que incidan en los problemas genéricos y comunes de la organización
de los centros educativos para evitar la agresión de las ideas sobre la gerencia escolar. El debate no está si se han de escoger los profesores y profesoras por el director/a sino ¿Qué tipo de organización educativa queremos para el
futuro en una enseñanza democrática? O ¿continuaremos afónicos y vulnerables? Tenemos que analizar con profundidad esa medidas que nos llevan a ver la educación como una fábrica que produce empleadores, que da importancia a la enseñanza de finanzas (explicadas por aquellos que han fracasado en la economía) y que nos conduce a una organización piramidal y selectiva.
Com sempre una reflexió molt encertada.
ResponEliminaGràcies Paco
Lluís Filella