El que la OCDE haga un “PISA para
escuelas” que se ha ido experimentado en España en fase piloto en cuarto de ESO y que se empezará a utilizar
el curso 2014-2015 no nos ha de extrañar en esta realidad de clasificarlo todo
y medir para diferenciar. Y por supuesto
como dice su propaganda sigue el marco teórico de todos los informes PISA. O sea mediante pruebas de contenidos a los alumnos (las mismas áreas de siempre lectura,
matemáticas y ciencias más el contexto)
e información de la dirección del centro escolar.
En primer lugar se puede decir que
evaluar cualquier aspecto del Sistema Educativo no es malo por principio si interpretamos la evaluación como proceso
de obtener datos para la mejora. El peligro de la evaluación en educación es
cuando ésta se pervierte y se utilizan sus datos no para la mejora sino para la
clasificación, medición y exclusión. El
PISA para las escuelas obtendrá datos
individualizados de los centros educativos y también comparativas con otras
escuelas con el mismo nivel socioeconómico de España y de la Unión Europea para
detectar las prácticas que mejoran los resultados académicos. Mi preocupación
es esa comparación. Un país como el nuestro acostumbrado a lapidar el Sistema
Educativo solo falta que aparezca por algunos medios de información “las 100
mejores escuelas españolas o por autonomías” que no dudo que aparecerá. Aunque
PISA intenta paliar ese problema en su información calmando la crítica diciendo
que se compararán centros similares al suyo en cuanto al nivel
socioeconómico. Pero sabiendo que hay una estrecha relación
entre problemas socioeconómicos del contexto y resultados educativos podemos encontrarnos
que esta información se utilice para que muchos ciudadanos no dedican llevar
sus hijos a una escuela mal evaluada (en los criterios de PISA ya que puede ser
una escuela excelente en otros aspectos educativos) creando escuelas de
segundo, tercer y cuarto orden. O sea utilizar la evaluación no como mejora
sino como castigo al profesorado, clasificación de centros y segregación de
alumnado.
Si fuera cierto lo que dice el
programa PISA en las escuelas que ésta se concibe como un complemento al
programa PISA, al conseguir que los resultados “permiten que los profesores participen y contribuyan a los debates de
política educativa de sus países” sería bienvenido
pero me parece que eso son palabras en un papel ya que dudo mucho que ello
permita participar al profesorado en el cambio de aspectos del Sistema
Educativo sino más a los gobiernos para aplicar sus políticas educativas e
intoxicación a la ciudadanía.
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